martes, 27 de mayo de 2014

INCULTURACIÓN DE LA FE




Inculturación


Inculturación significa entrar en la cultura, in culturare, ponerse dentro de la cultura de un pueblo. La cultura es el ambiente propio donde se vive, se comunica, se expresa todo un pueblo; abarca todos los aspectos de la vida humana, de relacionarse entre personas.. La inculturización, es un término que para la Iglesia Católica significa la armonización del cristianismo con las culturas de los pueblos. La actuación de la Iglesia católica bajo el papado de Juan Pablo II en África giró en torno a la inculturación.

1. Qué entendemos por inculturación

Aunque es un concepto ya usado es bueno puntualizar el sentido que queremos dar a la palabra. Para ello nada mejor que distinguirlo primero de otros términos correlativos, y, después, tomar la definición que fue usada en la Conferencia de Santo Domingo, y por lo tanto común a toda A.L. y el Caribe.
Definamos primero los tres términos que aparecen muy relacionados con la noción de cultura: enculturación, aculturación e inculturación.
§  Enculturación es un término usado en el vocablo antropológico, paralelo a socialización usado en la terminología sociológica. Se trata por lo tanto del proceso por el que una persona es introducida en su propia cultura.
§  Aculturación, significa, por otra parte, el proceso de transformaciones que se verifican en el individuo o en el grupo, por el contacto de una cultura que no es la suya propia, o por la interacción de dos o más culturas distintas.

   2. No siempre fue fácil de entender

El proceso de inculturación de la fe a lo largo de la historia de la Iglesia no ha sido un camino recto, o por lo menos sin fisuras o matices; al revés, ha sido un camino difícil y, muchas veces, con posturas contrapuestas
a) En los primeros años hubo una identificación rígida del cristianismo con la cultura judía. En esta primera etapa el cristianismo se define como una modalidad del judaísmo.
b) En el Concilio de Jerusalén se abre ya un nuevo camino, no sin resistencias, luchas y dolorosas tensiones. Pero en la fuerte polémica sobre las exigencias necesarias para los nuevos cristianos, queda abierto el camino del respeto de la identidad cultural de cada pueblo.


3. El proceso de inculturación en América Latina

América Latina tiene una primera etapa, la de la llamada Primera Evangelización, que toma todas las características, salvo honrosas excepciones, de lo que sucede en lo dicho anteriormente; los diversos pueblos, a veces masivamente, son a veces presionados u obligados a adherirse a la fe, e incluso, cuando lo hacen más o menos libremente, se ven «empujados a convertirse en extranjeros en su propia cultura».


Conclusión


En el problema de la relación fe y cultura aún dentro del respeto que ambas partes merecen y de la consideración de que ambos son sujetos dentro de un diálogo enriquecedor para las dos partes, hay sin embargo una verdad que nos viene dada de la acción de Espíritu. El Espíritu de Dios es novedad y hace nuevas todas las cosas. Es decir el camino está trazado, la nueva concepción de la «inculturación» presenta ideas nuevas. Pero aun así hay otras novedades que en la vida nos encontramos. El Espíritu sopla y, cuando encuentra en nosotros apertura, es más fácil que logremos llevar la fe como llamada e invitación, con nuestro testimonio vivencial que provoca reacciones positivas de acogida.
Es innegable, por otro lado, la necesidad siempre creciente y dinámica, de que estemos abiertos a recibir los valores de las culturas, sobre todo aquellos en los que se ve con mayor claridad «las semillas del Verbo» diseminadas en todas ellas.











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