Inculturación
Inculturación significa
entrar en la cultura, in culturare, ponerse dentro de la cultura de un pueblo.
La cultura es el ambiente propio donde se vive, se comunica, se expresa todo un
pueblo; abarca todos los aspectos de la vida humana, de relacionarse entre
personas.. La inculturización, es un término que para la Iglesia Católica
significa la armonización del cristianismo con las culturas de los pueblos. La
actuación de la Iglesia católica bajo el papado de Juan Pablo II en África giró
en torno a la inculturación.
1.
Qué entendemos por inculturación
Aunque es un concepto
ya usado es bueno puntualizar el sentido que queremos dar a la palabra. Para
ello nada mejor que distinguirlo primero de otros términos correlativos, y,
después, tomar la definición que fue usada en la Conferencia de Santo Domingo,
y por lo tanto común a toda A.L. y el Caribe.
Definamos primero los
tres términos que aparecen muy relacionados con la noción de cultura: enculturación,
aculturación e inculturación.
§ Enculturación
es un término usado en el vocablo antropológico, paralelo a socialización usado
en la terminología sociológica. Se trata por lo tanto del proceso por el que
una persona es introducida en su propia cultura.
§ Aculturación,
significa, por otra parte, el proceso de transformaciones que se verifican en
el individuo o en el grupo, por el contacto de una cultura que no es la suya
propia, o por la interacción de dos o más culturas distintas.
2.
No siempre fue fácil de entender
El proceso de
inculturación de la fe a lo largo de la historia de la Iglesia no ha sido un
camino recto, o por lo menos sin fisuras o matices; al revés, ha sido un camino
difícil y, muchas veces, con posturas contrapuestas
a) En los primeros años
hubo una identificación rígida del cristianismo con la cultura judía. En esta
primera etapa el cristianismo se define como una modalidad del judaísmo.
b) En el Concilio de
Jerusalén se abre ya un nuevo camino, no sin resistencias, luchas y dolorosas
tensiones. Pero en la fuerte polémica sobre las exigencias necesarias para los
nuevos cristianos, queda abierto el camino del respeto de la identidad cultural
de cada pueblo.
3.
El proceso de inculturación en América Latina
América Latina tiene
una primera etapa, la de la llamada Primera Evangelización, que toma todas las
características, salvo honrosas excepciones, de lo que sucede en lo dicho
anteriormente; los diversos pueblos, a veces masivamente, son a veces
presionados u obligados a adherirse a la fe, e incluso, cuando lo hacen más o
menos libremente, se ven «empujados a convertirse en extranjeros en su propia
cultura».
Conclusión
En el problema de la
relación fe y cultura aún dentro del respeto que ambas partes merecen y de la
consideración de que ambos son sujetos dentro de un diálogo enriquecedor para
las dos partes, hay sin embargo una verdad que nos viene dada de la acción de Espíritu.
El Espíritu de Dios es novedad y hace nuevas todas las cosas. Es decir el
camino está trazado, la nueva concepción de la «inculturación» presenta ideas
nuevas. Pero aun así hay otras novedades que en la vida nos encontramos. El
Espíritu sopla y, cuando encuentra en nosotros apertura, es más fácil que
logremos llevar la fe como llamada e invitación, con nuestro testimonio
vivencial que provoca reacciones positivas de acogida.
Es innegable, por otro
lado, la necesidad siempre creciente y dinámica, de que estemos abiertos a
recibir los valores de las culturas, sobre todo aquellos en los que se ve con
mayor claridad «las semillas del Verbo» diseminadas en todas ellas.
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